“Los regantes contribuyen a la conservación de la cerceta pardilla a través de la preservación de El Hondo, conjugando el manejo del agua y la agricultura tradicionales”

22 diciembre 2022

Hablamos con Carolina García, bióloga de la Comunidad General de Riegos de Levante, entidad que engloba a más de 22.000 comuneros de la margen izquierda del río Segura.

Riegos de Levante gestiona las concesiones de agua en el Parque Natural de El Hondo, uno de los humedales prioritarios de actuación del proyecto LIFE Cerceta Pardilla pues alberga poblaciones muy importantes de esta especie amenazada. En concreto, esta entidad se encarga de la gestión del agua de El Espigar, una finca de 55 hectáreas adquirida por SEO/BirdLife y ANSE en el marco del proyecto, ubicada en El Hondo. Además, Carolina García forma parte del comité asesor del proyecto, órgano consultivo formado por especialistas que asesoran en la ejecución y puesta en marcha de las distintas acciones.

El Parque Natural de El Hondo es hogar de cientos de especies, algunas de ellas muy amenazadas, como el caso de la cerceta pardilla. ¿Qué hace a este humedal tan idóneo para la vida natural?

El Parque Natural de El Hondo está situado al sur de la península Ibérica, a medio camino entre las zonas más frías de Europa y África, en un enclave privilegiado. Es un humedal de aguas someras, rodeado a su vez por un inmenso palmeral y por la huerta tradicional de la Vega Baja del Segura. La enorme red de acequias, azarbes y canalizaciones utilizadas en el regadío tradicional de la huerta, la inundación de terrenos con el riego ‘a manta’ y el mosaico de cultivos derivado de las distintas calidades del agua empleada, según su grado de reutilización, se traduce en una gran diversidad de hábitats en los que aves, con necesidades muy diversas, conviven. Todo ello da lugar a una elevada concentración de animales en un espacio relativamente pequeño.

Otro aspecto muy relevante es la presencia permanente de una lámina de agua en el humedal. El Hondo está compuesto mayoritariamente por dos grandes embalses propiedad de la Comunidad de Riegos de Levante, que son utilizados como embalses reguladores para el regadío agrícola. Juntos alcanzan una superficie aproximada de 1.100 hectáreas, aunque, dependiendo de la época del año y la disponibilidad de agua, pueden tener más o menos nivel. Por tanto, las aves, independientemente de si están migrando, nidificando o invernando, disponen de una superficie de agua permanentemente inundada. En un país en el que más del 60% de la superficie de los humedales ha desaparecido esto es primordial.

Esta temporada algunas especies, como el porrón pardo, se han reproducido por primera vez en El Hondo después de décadas sin hacerlo y otras, como la malvasía cabeciblanca o la cerceta pardilla, han aumentado su reproducción. ¿A qué responden estas buenas noticias?

Se ha trabajado mucho en la mejora de la calidad del agua de los embalses, haciendo un gran esfuerzo para mejorar su circulación. Al mismo tiempo, se ha incrementado la tasa de renovación de caudales semanalmente. Este año, se ha puesto especial atención en mantener un nivel de agua óptimo para favorecer la reproducción de las especies. ¿Cómo lo hemos hecho? Haciendo que estos niveles no fueran demasiado altos, para favorecer el crecimiento de macrófitos y permitir la presencia de pequeñas playas y otros lugares aptos para la reproducción de anátidas, entre otras. El hecho de bajar los niveles respecto a años anteriores también ha tenido otras ventajas. Por un lado, bajar niveles nos ha ayudado a reducir costes en un año energéticamente muy caro. Por otro lado, se favorece la renovación de caudales mencionada, siendo menos costoso mantener la misma superficie inundada. Atendiendo a este aspecto, es esencial que en el momento de la reproducción no se produzcan desniveles bruscos en la lámina de agua y esta permanezca lo más estable posible. Especies como los zampullines cuellinegros o los fumareles cariblancos son muy sensibles a estos cambios. Este año, también se han obtenido en El Hondo buenos resultados en la reproducción de estas especies, contabilizándose unas 410 parejas y 310, respectivamente.

La pesca de la carpa común también ha contribuido a la mejora de la calidad del agua. Esta actividad, con la que se han extraído casi 30 toneladas de carpa y carpín, ha estado enmarcada dentro de un proyecto, el Gepescart, llevado a cabo junto con ANSE y pescadores artesanales del Mar Menor. El objetivo era reducir la población de carpa a través de la pesca sostenible. El GEPESCART, ha sido financiado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico dentro del programa Pleamar.

De los parámetros fisicoquímicos medidos, ha sido la transparencia del agua el aspecto que más ha mejorado. Las abundantes lluvias caídas durante la primavera de 2022 también han contribuido muy positivamente al éxito de la temporada de reproducción. Pensamos que la lluvia está muy relacionada con la mayor presencia de Daphnia magna, una especie de crustáceo conocido como pulga de agua, en ambos embalses, aunque es probable que se deba a la combinación de ambos factores: la menor presencia de depredadores gracias a la pesca y las abundantes precipitaciones que han aportado agua de mayor calidad.

Estas especies y los agricultores tienen algo en común: su supervivencia y futuro dependen de la disponibilidad de agua. ¿De qué manera se asegura la reserva de este preciado recurso?

El agua que se utiliza en El Hondo es agua que ha sido bombeada desde el tramo final del río Segura, desde el propio cauce del río o desde los caudales excedentes de azarbes antes de la desembocadura del Segura.

El sistema de aprovechamiento del agua en la Vega Baja del Segura, un bien que siempre ha sido escaso en el sur de Alicante, es excepcionalmente eficiente. Es un sistema único en el mundo en el que se aprovecha el agua de un azarbe (un canal de avenamiento donde son recogidas las aguas sobrantes de un bancal regado por inundación), para regar hasta cinco o seis cultivos diferentes. Después de esto, nuestra Comunidad de Regantes, que es la última Comunidad con derechos sobre estos caudales, eleva el agua para darles una nueva vida en el entorno de El Hondo. No todos los cultivos son aptos para ser regados con el agua que se distribuye y almacena en El Hondo, pero sí lo son ciertos frutales como los granados (tenemos la única D.O.P. de granada en el mundo), algunas plantas de forraje, como la alfalfa, o la propia palmera datilera.

El desarrollo de la agricultura en un municipio como Elche está íntimamente ligado al aprovechamiento de los caudales del río Segura, como una de las escasas fuentes de agua dulce en la zona.

La conservación de los humedales es parte fundamental del proyecto, un objetivo compartido con aquellas personas que viven de la actividad en estos ecosistemas. ¿Por qué es esencial su cuidado?

Desde el punto de vista de la agricultura, el sistema que forman las elevaciones de la Comunidad de Regantes y El Hondo son fundamentales para el buen funcionamiento del regadío tradicional de la zona. De este regadío dependen las grandes extensiones del palmeral, de granados y de plantas forrajeras que se exportan internacionalmente. También es importante para la conservación de un paisaje de carácter singular, único en Europa.

Si hablamos de biodiversidad, las rarezas son la norma en El Hondo. Nuestro humedal es importantísimo para la reproducción de especies en peligro, pero también lo es para la invernada de anátidas. Algo más desconocido es el papel que juega en la invernada de grandes rapaces. La presencia regular durante los meses más fríos de, por ejemplo, águilas moteadas, es ya un hecho consumado. Especial importancia tiene también este humedal para las águilas perdiceras en dispersión.

Es, por tanto, un enclave muy relevante en la conservación de la biodiversidad de nuestro país.

La participación de las personas que trabajan en las áreas prioritarias para la especie es un valor central del LIFE Cerceta Pardilla. ¿Por qué es importante su implicación en proyectos de biodiversidad como este? ¿Cómo pueden contribuir los regantes a la conservación de este pato tan amenazado y de su hábitat?

La Comunidad de Regantes posee más del 50% de los terrenos del parque natural. La compatibilidad de usos, el ambiental y el de regadío en los embalses, es, a día de hoy, un éxito gracias al convenio existente entre la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica y la Comunidad de Regantes.

Los embalses y las charcas propiedad de Riegos de Levante constituyen una gran zona de reserva puesto que su acceso es restringido. La diversidad de los hábitats presentes y la posibilidad de realizar en ellos una gestión diferenciada ofrecen una gran ventaja a la hora de conservar a la cerceta pardilla. El manejo eficiente del agua y, sobre todo, el acceso al recurso gracias a las infraestructuras hidráulicas centenarias, garantizan que se sigan conservando áreas de cría para esta especie.

La mayor contribución que realizan los regantes a la conservación de la cerceta pardilla es a través de la preservación de El Hondo como zona húmeda gracias a su gestión activa. Pero no sólo como zona inundada, también conjugando el manejo tradicional de las infraestructuras hidráulicas que permiten la supervivencia de una agricultura tradicional adaptada al clima del lugar.

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