Hablamos con Covadonga Viedma, bióloga y técnica del Servicio de Vida Silvestre y Red Natura 2000 de la Generalitat Valenciana. Esta comunidad autónoma cuenta con tres centros de Recuperación de Fauna, uno por cada provincia. La Granja de El Saler (Valencia) es el centro que tiene mayor capacidad de acogida para el tratamiento y manejo de fauna silvestre protegida de España. En sus instalaciones se lleva a cabo, desde 2013, un programa de cría en cautividad de la cerceta pardilla, una acción clave para la recuperación de las poblaciones de la especie.
El Saler es, además, uno de los dos centros de referencias para la cría de la cerceta pardilla según la Estrategia nacional para la conservación de la especie. Gracias a este programa de cría en cautividad, se han liberado 995 ejemplares procedentes de este centro desde 2021 en diferentes humedales de España y de Sicilia, lo que ha contribuido a la mejora de las poblaciones de esta especie en situación crítica.
1. ¿En qué consiste el trabajo de un centro de recuperación de fauna como La Granja de El Saler? ¿Cuáles son las especies más frecuentes que ingresan y cuáles son los principales motivos?
Los Centros de Recuperación de Fauna de la Comunitat Valenciana desarrollan diferentes actividades de conservación para las especies de fauna silvestre. La principal es la recepción y recuperación de ejemplares heridos o enfermos, incluyendo el reconocimiento y tratamiento veterinario, rehabilitación y aclimatación para su liberación definitiva en el medio natural.
El segundo, pero no menos importante, corresponde al desarrollo de programas de cría en cautividad para las especies que tienen poblaciones naturales más exiguas y, por tanto, difícilmente viables a largo plazo. Estos trabajos de reproducción de especies amenazadas se desarrollan en el marco de los planes de recuperación u otros programas de conservación de especies legalmente aprobados o en programación técnica.
Otra función de los Centros de Recuperación es la acogida y gestión de ejemplares de especies catalogadas como exóticas invasoras, así como las exóticas potencialmente invasoras.
Por último, un equipo de técnicos lleva a cabo el estudio y seguimiento en el medio natural de algunas especies de fauna catalogada que precisan de un control y conocimiento más exhaustivo de sus poblaciones.
En cuanto a las especies más frecuentes, sin duda, las aves son el grupo que más ingresos registra, seguido por el de anfibios y reptiles y, en mucha menor medida, el de mamíferos. Dentro de cada grupo los ingresos más abundantes son los de especies ampliamente distribuidas, como son los vencejos, el cernícalo vulgar o el mochuelo en el caso de las aves. Entre los reptiles destacan los galápagos exóticos y, en el grupo de mamíferos, los murciélagos y los erizos.
Lo más frecuente es la entrada de crías, lo que ocupa el primer lugar en porcentaje de entrada. Se considera cría a todo ejemplar que aún no es capaz de desenvolverse por sí mismo. La entrada por esta causa incluye sobre todo crías de vencejos comunes (Apus apus), de avión común (Delichon urbicum) y de cernícalo vulgar (Falco tinunculus).
Otras causas también bastante comunes son el traumatismo, ejemplares que han sufrido colisiones contra edificaciones, cristaleras, aerogeneradores, entre otros; ejemplares nacidos en el centro, en los proyectos de reproducción en cautividad y reintroducción de especies catalogadas como vulnerables o en peligro de extinción; la electrocución de ejemplares que se posan en apoyos eléctricos y sufren una descarga; y, en menor medida, ahogamientos y atropellos.
2. Desde su apertura en 1988, el número de ingresos de fauna ha aumentado progresivamente, alcanzando su máximo durante los últimos años, con casi 7.000 ejemplares ingresados en 2022. ¿A qué responde este aumento?
Responde a varios factores. Por un lado, el aumento de concienciación en conservación de fauna en la población en general. Esto se traduce en que cada vez más gente se preocupe por la fauna y, en caso de encontrarse con un animal herido o enfermo, lo trasladen a los Centros de Recuperación. Además, cabe destacar la colaboración cada vez mayor de organismos oficiales, como agentes medioambientales, ayuntamientos y Policía Local y Guardia Civil/SEPRONA, que intervienen en casos en los que la recogida del animal requiere un levantamiento de acta o, simplemente, acuden a la llamada de algún particular.
Por otro lado, también ha aumentado el número de personas que, de forma habitual, pasa tiempo en contacto con la naturaleza y esto también puede influir en un aumento en los ingresos de fauna en los CR.
3. Otra importante actividad que se lleva a cabo en la Granja de El Saler son los programas de cría en cautividad de diferentes especies. ¿Cuál es su objetivo principal y cómo ayudan a recuperar las poblaciones? ¿Qué especies cuentan en la actualidad con estos planes en el centro?
Los programas de cría en cautividad son una herramienta de conservación sobre todo para aquellas especies que se encuentran en peligro de extinción o extintas y no existe la posibilidad de que se recuperen de forma natural. Sin embargo, no solo es útil en estos casos tan extremos, también es importante mantener un stock de ejemplares para la cría en cautividad de especies que se encuentran menos amenazadas, pero que podrían empeorar a corto o medio plazo y necesitar un reforzamiento.
El objetivo principal de estos programas es mejorar o restaurar las poblaciones salvajes de la especie que se esté reintroduciendo. Esto se consigue cuando la población salvaje sale del riesgo de extinción porque el número de parejas en libertad y su supervivencia permiten mantener a la especie lejos del peligro de extinción.
Actualmente en el Centro de Recuperación de la Granja de El Saler se está trabajando con la cría en cautividad de cernícalo primilla (Falco naumanni), tortuga mediterránea (Testudo hermanni hermanni), malvasía cabeciclanca (Oxyura leucocephala) y cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris). Otras especies que antaño tuvieron programas muy activos ahora mantienen un pequeño stock de reproductores como es el caso de la focha moruna (Fulica cristata) o el calamón (Porphyrio porphyrio).
4. Desde 2013, una de las especies que se cría en cautividad es la cerceta pardilla, el pato más amenazado de Europa y en situación crítica en España. ¿Cuál es el balance desde que comenzó este programa hasta la actualidad? ¿A qué factores responden estas cifras?
La cerceta pardilla es una de las pocas especies catalogada en situación crítica en España. En la Comunitat Valenciana se aprobó el Plan de Recuperación de esta especie en 2017, pero ya estábamos trabajando en el programa de cría en cautividad y reintroducción desde antes de 2013 en menor medida y ya más intensamente a partir de ese año.
Poco a poco fuimos incrementando el número de parejas reproductoras con ejemplares procedentes del Parque Natural de El Hondo, en Alicante, que ingresaban en el centro heridos o enfermos. También se fue aumentando el número de ejemplares producidos, todos ellos nacidos de forma natural, sin intervención humana, y criados por sus progenitores en jaulones de grandes dimensiones. Así, hemos pasado de 8 parejas que criaron 42 pollos en 2013, a 30 parejas con 302 pollos en 2022.
Actualmente los ejemplares que criamos en el centro no solo son liberados en las zonas húmedas de la Comunitat Valenciana, sino que contribuyen a mejorar el estado de conservación de la especie en otras comunidades autónomas como Castilla-La Mancha, Región de Murcia, Islas Baleares y, recientemente en la Comunidad de Madrid, o, incluso, otros países como Italia donde, en concreto en Sicilia, se liberan ejemplares desde 2021.
5. ¿Qué peculiaridades presenta la cría de cerceta pardilla respecto a otras especies?
La cerceta pardilla tiene muchas peculiaridades y la cría no escapa de ello. Es una de las anátidas más pequeñas y esto siempre implica mayor vulnerabilidad. Por ello, para su cría instalamos unas cajas nido dentro del agua, pero elevadas para impedir que los depredadores, incluidas las ratas, puedan malograr las puestas.
Otra peculiaridad de este pato es el poco dimorfismo sexual que posee. En general, en la época de reproducción, los patos difieren mucho entre machos y hembras, luciendo los machos colores muy vistosos mientras las hembras poseen plumajes más crípticos. Sin embargo, la cerceta pardilla posee un dimorfismo sexual poco evidente. Esto hace que, a la hora de emparejarlos en cautividad, sea un poco más complicado.
El programa de cría en cautividad se lleva a cabo con ejemplares reproductores acostumbrados a la presencia humana, así se evita que estas aves sufran estrés. Por el contrario, interesa que los ejemplares a liberar sean lo más salvajes posible y, para ello, la cría se realiza de forma natural, a excepción del aporte de comida, en instalaciones grandes y muy naturalizadas.
6. Has participado en la redacción de varios documentos de gran importancia para la conservación de aves acuáticas, como la Estrategia para la conservación de la cerceta pardilla, la focha moruna y la malvasía cabeciblanca en España, publicada en 2014 y actualmente en proceso de actualización. ¿Qué futuro auguras a estas especies en peligro?
La aprobación de las estrategias de conservación de especies amenazadas que están presentes en más de una comunidad autónoma es una herramienta muy útil para aunar esfuerzos entre las comunidades autónomas que son clave para aplicar las medidas de conservación para intentar revertir la situación de peligro de extinción.
En el caso de las aves acuáticas, además, muchas de las acciones que se pueden aplicar son comunes a varias especies, por lo que es aún más importante su aplicación.
El esfuerzo tan grande que se está acometiendo en España para revertir la situación crítica de la cerceta pardilla estoy segura de que dará sus frutos y no solo se beneficiará esta especie, sino muchas otras aves acuáticas que comparten el mismo hábitat.