El grupo de trabajo de la cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), coordinado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, se ha reunido en Fuente de Piedra (Málaga) para poner en común los datos de población de la especie más recientes y los avances en las acciones de conservación que se han realizado. En 2021 se han contabilizado 105 hembras acompañadas de 759 pollos durante la época de cría, distribuidas principalmente en Andalucía (50,4%) y Comunidad Valenciana (38,1%), además de en las islas Baleares y Castilla-La Mancha, con nueve y tres hembras reproductoras respectivamente.
La población reproductora de cerceta pardilla registrada en 2021 muestra una tendencia creciente, alcanzando cifras que no se habían detectado en los últimos 10 años. Esta situación resulta esperanzadora tras el grave declive registrado en la década de 2010, que conllevó la declaración oficial de la especie en situación crítica en 2018. Estos resultados positivos son aún más destacables teniendo en cuenta la escasez de agua en los humedales naturales de Andalucía durante la primavera y verano de 2021, debido a que el nivel de lluvias ha sido sensiblemente inferior a otros años hidrológicos.
MEJORAR EL CONOCIMIENTO DE LA ESPECIE
Entre las acciones que se han realizado para mejorar el conocimiento de la especie destaca el marcaje de cercetas pardillas con emisores GPS. Desde 2018 se han colocado 60 emisores en la Comunidad Valenciana, 45 emisores en Andalucía y siete en Castilla-La Mancha. La información generada ha permitido identificar las principales causas de mortalidad, que son la depredación por parte de fauna silvestre y por gatos domésticos asilvestrados, así como el disparo con arma de fuego. Igualmente, se van conociendo en mayor nivel de detalle los movimientos entre zonas de descanso y alimentación, la selección de hábitat ejercida en distintos períodos, así como los desplazamientos a zonas del norte de África (Argelia y Marruecos) de al menos seis ejemplares marcados en las provincias de Alicante y Sevilla.
Otra de las principales líneas de trabajo en marcha es la restauración de humedales prioritarios para la especie. En 2021 se han realizado inversiones para el manejo controlado de niveles y calidad de las aguas, como el de la Dehesa de Abajo (Sevilla), la recuperación ecológica de terrenos en Trebujena (Cádiz) y la Marjal dels Moros (Valencia) o la adquisición de la Finca El Espigar (Alicante), esta última en el marco del proyecto LIFE Cerceta Pardilla, que coordina la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Este año también se han tramitado los primeros acuerdos de custodia del territorio para incorporar gestores privados de fincas agrícolas, ganaderas y cinegéticas en tareas de gestión positiva del hábitat y refuerzo de la vigilancia de la cerceta pardilla, principalmente en el entorno del Espacio Natural de Doñana.
La cría en cautividad ha seguido ofreciendo unos resultados muy favorables en los centros de referencia, que son la Reserva Natural Concertada Cañada de los Pájaros (Andalucía), los centros de cría gestionados por la Generalitat Valenciana y el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel. Los centros andaluces y valencianos han propiciado la liberación en 2021 de un total de 860 aves en cinco humedales de Andalucía, en cuatro de la Comunidad Valenciana y en uno de Castilla-La Mancha, así como en el proyecto de recuperación que se desarrolla en la isla de Sicilia (Italia).
REFORZAR LA POBLACIÓN DE CERCETA
Para 2022, la previsión de liberaciones es similar y se pretende ampliar el número de lugares de liberación y reforzamiento poblacional, incluyendo humedales en otras comunidades autónomas.
Durante la reunión del grupo de trabajo se han aprobado distintos documentos de funcionamiento del programa de conservación ex situ de la cerceta pardilla en España, como son los protocolos de funcionamiento de los centros y de liberación en el medio natural. Igualmente, también se han presentado los resultados preliminares sobre el análisis de estructura y caracterización genética de cercetas pardillas presentes en centros de cautividad y en el medio natural.
Las acciones en marcha parten del compromiso de las autoridades ambientales autonómicas y de la Administración General del Estado, así como entidades no gubernamentales, que han movilizado importantes recursos y esfuerzos durante los últimos años. En este ámbito, está resultando muy importante la contribución del programa LIFE de la Unión Europea, que ha propiciado el proyecto LIFE Cerceta Pardilla, que coordina la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico hasta 2025, con el objetivo de mejorar el estado de conservación de 3.000 hectáreas de humedales para revertir el riesgo de extinción de la cerceta pardilla.